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Fertilización en Trigo



16/06/2015 | Cuando los aspectos tecnológicos están fuera de la prioridad de los productores no se hace fácil escribir sobre fertilización en trigo. Hoy la tecnología de fertilizar es variable de ajuste en un contexto económico complejo.
Sin embargo, el trigo será una de las pocas alternativas para hacerse de dinero en diciembre y poder financiar algo de la campaña de la gruesa; por eso repasar algunos aspectos básicos de fertilización nos puede asegurar una buena inversión en fertilizantes.
Es importante entender que las decisiones de fertilización se toman antes de sembrar ya que luego es difícil corregir malas elecciones. Al principio la incertidumbre es alta, mucho tiempo por delante y muchas opciones a elegir; a medida que avanza el ciclo de cultivo, se van definiendo los factores de rendimiento y disminuye la incertidumbre y los riesgo. 

La disponibilidad de los nutrientes durante el ciclo de cultivo, principalmente de Nitrógeno, Fósforo, Azufre y Potasio, afectan los procesos que regulan el crecimiento y por ende la generación de rendimiento. Este último depende de la biomasa acumulada durante el ciclo del cultivo y la esta está en estrecha relación con el nutriente absorbido; el desbalance de alguno de ellos nos podría generar una reducción en la eficiencia del uso de los recursos y por consecuencia menor rendimiento. Estudios realizados en nuestra región determinaron que el principal nutriente a incorporar en la fertilización de trigo es el nitrógeno, luego fósforo y en menor medida azufre y potasio.

El nitrógeno es el principal elemento requerido para la producción de los cereales de invierno, como el trigo, deficiencias de este nutriente afectan el rendimiento y el contenido de proteína, por lo tanto su manejo es estratégico para la producción del cultivo.
El aspecto más dificultoso es realizar un correcto diagnóstico de fertilidad nitrogenada ya que tiene una fuerte interacción con el ambiente. La respuesta a la fertilización se relaciona en forma directa con la demanda del nutriente, la cual aumenta al aumentar el potencial de rendimiento. Cuando la condición hídrica es adecuada, el rendimiento se asocia a la disponibilidad de N en el suelo a la hora de la siembra,en base a los 25 o 30 kgs de N por tonelada de grano, el requerimiento de N  a aplicar varía entre los 50 y 150 kgs de N según la disponibilidad de el suelo y la capacidad para mineralizar N de la materia orgánica,resuelta la dosis a aplicar, resta decidir sobre la fuente, el momento y la forma de aplicación. Tenemos distintas fuentes para aplicar nitrógeno, entre las sólidas la más usada y conocida es la urea y entre las líquidas la más utilizada en el Solmix, el momento de la aplicación va a depender del resultado que buscamos, rendimiento o calidad; es sabido que una buena fertilización de base nos ayudará a acumular mayor biomasa y por ende mayor rendimiento pero puede ser que al obtener mayor rendimiento nos quedemos cortos en N para llegar a buena calidad por eso se recomienda que para obtener calidad se realice una fertilización en hoja bandera para mejorarla y aumentar la proteína en grano.
La forma de aplicación va a depender de la maquinaria y la logística de fertilizante pudiendo aplicarse en la línea de siembra, al voleo (antes o después de sembrar), aplicarlo con pulverizadoras si es fertilizante líquido, etc.

El fósforo no es muy limitante en nuestra zona, es por ello que no se observan grandes respuestas pero es esencial para el desarrollo de la planta es por ello que se aconseja incorporarlo al momento de sembrar y al costado de la linea donde van colocadas las semillas.

Además del N y P, la aplicación de otros nutrientes como el azufre  y el potasio y algunos micronutrientes como zinc y el boro han mostrado incrementos en los rendimientos.

Resumen de los puntos de mayor importancia: 

• La fertilización siempre debe ser balanceada, para ello son muy importante los análisis de suelos.
• Siempre obtendremos respuestas a la fertilización nitrogenada en trigo.
• El momento y la forma de aplicación va a depender si le apuntamos a rendimiento o calidad. Si queremos obtener buenos rindes y buena calidad la fertilización deberá hacerse en dos momentos del ciclo del cultivo.
• Fertilización a la siembra o macollaje mejora el rendimiento, fertilización en hoja bandera mejora calidad.
• Una buena fertilización de base nos ayudará a tener un mejor stand de planta, plantas bien nutridas y mejor preparadas para el ataque de enfermedades.
• Tenemos diversas fuentes para aplicar fertilizantes nitrogenados, dependiendo de la maquinaria y la logística podremos usar solido o liquido sin ningún inconveniente.
• La dosis dependerá de lo que el suelo nos ofrece y de la tecnología que le queramos aplicar al cultivo.

Ing. Agr. Gustavo Meroi




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